Llueve pero el sol sigue adheriéndose a la piel como aminoácidos a cada proteina siendo parte constitutiva del mismo, espesando el día, coagulando un yogur expuesto al sol en este avecinado agosto. Llueve y los acrílicos se secan con mayor facilidad, los de nixiweb me han cerrado el hosting gratuito y cambio las letras por las formas. Nada cambia o lo hace todo, hacemos lo mismo de un continuado propósito que desconocemos permitiendo que la ley de Alá deshidrate a sus fieles con este discutible Ramadán deshidratado a 30º, con los gestos repetidos de fiestas mayores, de reposiciones veraniegas y de la vida en general.
En realidad no llueve, ni hay democracia, pero a veces la palabra es más inconsciente que su función cuando me obligo a no decir nada, así lleno la casilla de este mes de Julio en un post donde pondré mi línea de cafés para Saimaza:
asfalto 